viernes, 7 de julio de 2017

La escalera de los Ambersons


He descubierto que la escalera de los Ambersons es la misma que la de La mujer pantera
Hablo de la majestuosa escalera de vidrieras, inequívocamente victoriana, construida para la mansión donde se desarrolla la segunda obra de Orson Welles, El cuarto mandamiento
La RKO financió esa escalera y la construyó, aunque con la ceja arqueada de pura desconfianza ante los caprichos del director, un prodigio tan bebido de sí mismo como nada proclive a reclinarse a los mandamientos de Hollywood. 
Si en Ciudadano Kane el estudio le dio carta blanca al genio, desde el guión hasta el montaje, con El cuarto mandamiento, le arrebató el resultado una vez terminado el rodaje.
Los jerarcas de la RKO concluyeron que aquello sería un fracaso comercial y se sacó la tijera en la sala de montaje. La película fue salvajemente cortada y remontada, con un final distinto al concebido por Orson, dentro de una de las mayores masacres de edición jamás perpetradas. 
Al igual que Ciudadano Kane, la sofisticada, amarga El cuarto mandamiento tampoco fue un éxito de taquilla y la RKO, confirmada como el estudio menos boyante de la época, no encontró otro remedio que despachar para siempre al señor Welles. 
A partir de entonces, el estudio se apretaría el cinturón para evitar la bancarrota.
En  La mujer pantera, película de terror de bajo presupuesto, dirigida por Jacques Tourneur y estrenada al año siguiente, también aparece la escalera de la mansión de los Ambersons, reutilizada como decorado. 


No era una práctica rara entonces. Cada estudio tenía su calle de Nueva York construida, que usaba una y otra vez, y hasta la fastuosa Metro Goldwyn-Mayer sacó partido al Londres que había erigido para El retrato de Dorian Gray.
He descubierto que la escalera de los Ambersons es la misma que la de La mujer pantera, porque lo he visto en un documental.
Val Lewton, el hombre en la sombra, documental creado y narrado, cómo no, por Martin Scorsese, está dedicado por entero a la vida y obra del productor Val Lewton, la misteriosa figura detrás de La mujer pantera y todo el ciclo de inquietantes, extrañas obras de horror y suspense que suplieron estrechez presupuestaria con imaginación, siniestra oscuridad y melancólica sensibilidad.
La escalera también aparece en La séptima víctima. Por allí, donde subieron los Minafer, desciende Kim Hunter. Las mismas vidrieras. 


Si El cuarto mandamiento era una historia de la decadencia de la aristocracia norteamericana, esa escalera reutilizada en aventuras económicamente más modestas es la irónica imagen de aquel estudio del viejo Hollywood que pereció en primer lugar, desapareciendo en plena década de los cincuenta.
Su inconfundible apertura no regresaría a las pantallas hasta que The Rocky Horror Picture Show honrara su memoria en un número musical.


Descubriendo a Val Lewton en el documental mencionado, he aprendido que sus títulos eran tan personales y fueron tan influyentes como las de Orson Welles.
Me he dado cuenta que la escalera de los Ambersons es la misma de La mujer pantera, algo puramente anecdótico, pero simbólico para entender el nexo de unión entre dos personalidades que rodaron en el mismo decorado, con distintos talantes, pero con la implacable sed contar la historia que tenían en sus cabezas.
He entendido que vemos películas, hablamos de ellas, si son buenas, si son malas, si nos gustan, si habría que echarles una revisión a ver si sostienen nuestra opinión original sobre ellas: y, aún así, tenemos que hablar más, leer más, porque no lo sabemos todo.
El cine, a la vista y, aún así, lleno de recovecos, de secretos, de deliciosas sorpresas que sólo renuevan el inagotable placer de su experiencia.


Por eso, este blog. 
Para hablar de cine, de todo lo que experimentamos con las películas y de lo que descubrimos, no sólo con el acto de verlas, sino a través de el enriquecimiento que otorgan. En "Escalera Hacia El Cine", postearé sobre cine, pero sobre el gran cine, el de todos los tiempos.
Entre la erudición y una mirada estrictamente personal, este blog busca abordar todo sobre la cinematografía, la paleta de los grandes creadores, la fuerza de las estrellas y los géneros y todos los títulos que adoro revisitar una y otra vez.
Te espero en este ascenso y descenso por los treinta y nueve escalones del séptimo arte. Será emocionante.